Mi convicción : Tú.

Es perezoso todo sentir y emoción negativa existente en el ser humano, mas no amar. Amar es vida y regocijo por doquier. Es ver en las estrellas la purificación de las luciérnagas cristalizadas e inmortalizadas en el firmamento, defendiendo así, su plenitud con el manto oscuro. Es amar a las personas, amar a la tierra que me vio nacer y crecer, pero hay algo más. Hay algo más que nace y crece dentro de esta funda que envuelve entrañas y una serie de pensamientos que evocan una sola convicción : tú.  Porque no es amar simplemente. Nos es el vocablo en su sentido semántico, sino, en su sentido existencial teniéndote a ti como perspectiva. Pues, no se ama hasta amarte. Una frase que no me canso de decirte y creo que jamás lo haré. Porque la razon de existir de aquellas luciérnagas en el firmamento eres tú. La razón para que los peces dancen en el mar, aún existiendo un gran mal tras ellos - y nosotros-eres tú. Pues, Dios ha de plasmar una y otra vez semejante amor y semejante sentimiento a través de estas manos, estos ojos, esta pasión y esta mente que no se cansan de servirte, mas nuestras palabras, nuestro verbo eres tú. Te amo y, de múltiples formas, deja de ser un amor simplista. Es un amor complejo. Complejo en alma y cuerpo, complejo porque las formas de amarte son muchas, porque es aquí donde se traiciona a la maldad y a la muerte, aquí, cuando se te ama. Eres bálsamo contra los embistes de la vida. Eres el dulce que quita el mal sabor a las desdichas de la vida. Eres vida cuando la muerte se hace ver y calor cuando el invierno cala en lo mas profundo de nuestro ser. Sí, nuestro ser, pues hace bastante dejé de ser solo yo. Hace bastante dejaste de ser tú. Pues ya no soy ni eres, somos. Somo para ti, para mí, para el resto... para Dios. No creamos, pensemos y si hemos de creer que sea del verbo crear. De crear cosas nuevas que te enamoren, que me enamoren, que nos enamoren. Te veo, me veo, nos veo. Y así, una vez más, el cuadernillo se llena, de páginas, letras y sí, creo ser un poeta más, pero como balbuceé hace algún tiempo, no soy un poeta más que cae en el cliché de hablar sobre el amor, sino, soy un poeta más, de los pocos, que han logrado entender, saborear y sostenerse sobre el amarte. Hoy más que eso, el amarme, el amarnos. Te amé, te amo y te amaré.