Por acá, quizá, otras cosas c:

viernes, 22 de julio de 2011

Heme aquí.

Es la claridad de los momentos lo que nos dá la felicidad en el futuro y es que hay que estar atento a esos pequeños momentos que uno vive.

 Todas las cosas tienen un comienzo, un desarro y un final. Es un ciclo, como muchos lo llaman, algo que no tiene explicacion y buscarsela es it 's to mainstream.

 ¿Felicidad? , já , no creo en ella mas que los 2 segundos que puede llegar a durar. Pero puedo dar cuenta de que he tenido varios segundos así en mi vida. Varios momentos que me han atormentado y otros varios en lso que he amado con tanta facilidad. Es así  y no más que un crudo recuerdo que permanece en mi y que tendré por un largo tiempo más hasta que otras historias se vayan sobreescribiendo sobre las que ya están talladas en el mármol. Otras que deambulan y que jamás se irán. Bostezos vendrían en esta parte para ti que lees inesperadamente estas líneas pero te aseguro que si buscas en tu buzón hallarás mas de una carta firmada por tanta gente que tu motivación sería recíproca, pues en vez de sobreescribir otras historias, escribirías las mismas.

 Heme aquí hablando de otras cosas y no más de ti.

miércoles, 13 de julio de 2011

¿Para dónde?

¿Cuantas veces mas lloraremos por lo que sucedió? ¿Acaso ya no nos basta con todas las lluvias que hemos propinado a tal destronado terreno ? 
Hemos perdido el norte y cuando quisimos ir al sur tampoco lo hallamos. y ¿El este? y  ¿ El oeste? (...)

Ya no me importan, los crearé, que el norte sea a donde quiero ir, que el sur sea a donde iré luego, el este y el oeste mis acompañantes y que el sol brille delante mío, que veré volar mil aves a mi haber, veré primaveras morir en manos de fríos inviernos, correré al lado de delfines inocuos volando por las nubes y que, como camaleones, se camuflaran conmigo. Veré y no será precisamente a ti, tararearé canciones que me recordarán a ti una y otra vez pero que dejaré atrás con cánticos más alegres, te perderás en mi deficiencia de escribir, te perderás en mis deseos de llorar, de reír, de amar, solo serás la última sombra del ático, la ultima piedra del río, la ultima nube del cielo, solo serás, solo habrás sido, solo ... ya no más por favor. 

martes, 12 de julio de 2011

Te han superado, Invierno.

Ya no te pertenece el frío, doña Invierno, ni te pertenecen las lágrimas ni los vientos. Pues he visto como ella ha sido mas fría, como por sus ojos han habido torrentes de lluvias que han inundado mi corazón, mi mente y hasta mis actos... He escuchado y me han erizado ventoleras de palabras que he leído y escuchado. Sí doña Invierno, has sido destronada y sin querer, pues ella solo ha hecho lo que su corazón ha dictado y por culpa de ello, Invierno, has de convertirte poco a poco en la Primavera donde afloras, donde vives, donde ella ya no existe y, en vez de ello, una tropa de mujeres se alzan contra ti destronándote hasta el Verano y no será hasta entonces, cuando, recuerde benevolente que hace seis meses existía alguien mas fría que el Invierno.

 Me lo han contado hojas secas esparcidas por el suelo, me lo han contado árboles rotos y secos por dentro que han muerto al verte, me lo han contado charcos en el suelo por doquier que solo han secado por la poca piedad que has tenido, me lo han contado decenas de golondrinas que han emigrado porque tú les has hecho la vida imposible. Existe solo una forma para escapar de tú ser y, de esa misma forma, yo también emigré.

domingo, 3 de julio de 2011

Esperar(te).

Así un frío día de otoño, en medio de música e inmerso en unos recónditos pabellones, encendí un cigarro. Era mi alternativa al frío y a la espera, también, de la espera- que por cierto aún no comprendo por qué esperar-. Y fumé, hasta que pasaste y con una sinceridad bella y siniestra me miraste y, yo te ofrecí de lo único que tenía para dar en ese momento, mi cigarrillo. Lo miraste y sonriendo lo aceptaste pero me dijiste que te esperara, que ibas y volvías de inmediato, que lo tuyo sería corto y pronto volverías para compartir el cigarro, que por cierto, me costo tanto conseguir. Pues fumé, esperándote, y cuando iba en la mitad, ¡No!, era , quizá, un poco menos, pues ahí pensé :" Esto que queda es para ti y lo guardaré, porque es lo único que tengo para darte ". y así fue, te esperé, hasta que la ceniza cayó por si sola, hasta que la música ya no sonó, hasta que ya no quedaba nadie y, por causas naturales, el cigarro, solo, se apagó.

 En vez de pensar en por qué no me lo fumé solo pensaba en que te diría cuando volvieras y vieras que ya no quedaba cigarro. Al final, solo pensé una vez más : " :c , el cigarro era mío, me costó conseguirlo, me costó encenderlo, y cuando por fin lo disfrutaba te lo ofrecí(...), creí tanto que lo aceptarías que pequé de ingenuo, ¡Tanto !, que al final, ya no quedo ni pa ' mí, ni para nadie mas nunca.