Lo que haríamos por ti.

Las flores perderían una y otra vez sus pétalos hasta crearte un aposento. El sol regalaría su brillo y su fuerza para darte siempre vida. La luna te obsequiaría  su trono y te haría reverencia. Los peces saltarían a tu cesta y las aves cantarían tu nombre al unísono con el viento. El mar también participaría de aquella orquesta regalándote su oleaje. El ocaso de la luna no sabría que hacer, mientras el crepúsculo se rendiría ante la belleza de tus ojos. Las estrellas aceptarían convertirse en supernovas si tuviesen la oportunidad de besarte. Los caballos se convertirían en unicornios si gustasen de tocarte. Los ríos prometerían incontables veces no desbordarse si te bañaras en ellos. Del interior del planeta, surgirían los seres más bellos y se harían ver solo para comprobar que los rumores de que un angel camina sobre la tierra son ciertos.

 Yo que te he besado, que te he tocado, que te he sentido y acariciado, que te he oído y entendido, que te he imaginado y conocido, que te he visto y necesitado, yo (...) que te vivo por las noches y te sueño despierto (...) haría lo mismo que las flores, que el mar y los ríos, que el ocaso lunar y el crepúsculo, que el viento y las estrellas, que el sol y la luna, que lo seres que sostienen el planeta... Haría eso y escribirte esto, haría eso y lo que necesitases, pues, yo... de múltiples formas, de invierno o verano, con luz o a obscuras, ciego o admirando la verdad de tus ojos, te amo. (Te amo Daniela, te necesito mucho amor, cada día soy mas feliz contigo amor mío.)