El mañana es hoy.

Soñé blancas noches con el cristal de tus ojos. Soñé flores púrpuras que lloraban por ser, solo un instante, como tú. Soñé que las aves bailaban porque tenían por quién bailar y que las gacelas sonreían al son de tu voz. Soñé que vendrían lagos dorados hasta mis pies y que sentiría a la noche abrazarme en alegría. Soñé que "una Daniela linda y tierna como ella sola", cubriría de verde el resto del árido. Serán, serán(...), pues, ahora lo son. Pues sueño despierto, corro en un alud de verdades como que: " Lo soñado es vivido, el mañana es hoy".